Hay boyas de todo tipo y de diferentes materiales.

Pero no hay una mejor que otra,
cada una es adecuada para una situación .

Según mi teoría :

Debemos pescar siempre lo más fino y ligero posible.

Una boya muy delgada y liviana es mucho mejor para engañar a los peces y
es mucho más sensible que una boya más ancha.

Como tiene un cuerpo muy hidrodinámico, ofrecerá muy poca resistencia al agua, a la hora de hundirse y como es una boya muy ligera tiene poca flotabilidad, el pez se mete el cebo en la boca
y señala a la boya sin notar la trampa de el cebo, permitiendo que el pescador lo enganche en el momento oportuno.

Este tipo de boya es ideal en un día de mar muy tranquilo, mareas bellas , sin viento , esos días en que el pez es extremadamente difícil de atrapar.

¿Qué tipo de boya usar en días de viento?

Ahora imaginemos que se levanta un poco de viento …

probablemente tendremos que usar una boya un poco más grande, una boya que pueda aguantar un poco más de peso, ya que la boya anterior ni siquiera se puede lanzar al agua.

Pero seguimos pescando lo más ligero "posible"

Ahora imaginemos la siguiente situación:

Estamos en lo alto de un acantilado de veinte o treinta metros,
y queremos poner nuestro cebo a trabajar junto a la “pared” de mejillones,
si hay un poco de viento las boyas anteriores probablemente ni siquiera toquen el agua. 

Allí es es cuando usamos una boya de corcho , ya que puede aguantar veinte o treinta gramos de plomo y es un tipo de boya que no se rompe tan fácilmente al golpear las piedras.

Pero si el mar está realmente bien agitado (bueno para los sargos grandes)
puede que tengamos dificultades para ver la boya, así como para mantener la línea tensa y lista para el enganche,

lo ideal sería un corcho ya que soporta más peso, es más visible y tendremos más control sobre la pesca.

Y, aun así, seguimos pescando lo más fino "posible".

 Un abrazo Manuel Monteiro